domingo, 5 de febrero de 2012

Introducción a "La Oscuridad"



          ¿Por qué he de identificar filosofía con peligro? Tal vez no haya respuesta más sencilla: porque lo verdaderamente filosófico no puede ser otra cosa que aquello que pone en jaque el conocimiento que se tiene de uno mismo y su lugar en el universo, si tal lugar existe. Por esa razón me dedico yo a armar esta suerte de libro en donde reúno aquellos aspectos que aparecen de ordinario en la cotidianidad y los hago caer por un vacío inevitable. Cosas como la muerte, el engaño, el suicidio y la oscuridad no pueden sino aquejar el espíritu, y los exalto aquí. A veces será arte en estado puro, y otras será una peste que provoque una pesadilla en ese espíritu.
No encontrará aquí, lector, un remedio para esas cosas. Percatado de esto, puedo decirle que tampoco seré yo igual a usted, no se identificará a lo largo de este texto. De hecho, esa es su sensualidad: en lo profundo de un telar de vacío y oscuridad no se puede apreciar nada más que uno mismo, desnudo y frío. No tener nada qué decir; ese es el fin del mundo. Pues bien, yo me atreveré a decir un par de cosas.
Es más que nada para acabar con esa inutilidad que se le atribuye a la filosofía; es para presentar un mundo desconocido e impregnarlo en las pieles y ropas de la gente; es para el que quiere pensar hacia adentro y explotar. Es un texto que no lo escribo para nadie, sino contra todos.




23

No hay comentarios:

Publicar un comentario